Siguiendo con el post del otro día, hoy vamos a decorar unas botellas Halloween como si de monstruos y calabazas se tratasen.
Una vez acabadas las podemos emplear como candelabros para dar un ambiente más “terrorífico” a nuestra decoración. La forma de las botellas y su tamaño da igual, lo único importante es que estén libres de etiquetas y pegamentos para darles una capa de imprimación cubriendo todo el cristal. He utilizado un producto sintético y de color blanco pero puede ser al agua y en cualquier color que tengáis. Aplicarlo en capas ligeras y sin que caigan goterones.

Marca con un lápiz los cambios de color en la botella (si los tuviera) y pinta las botellas de los colores deseados con un par de capas para cubrir bien la superficie. En este caso, un poco de todo, verde, naranja, blanco y ocre con verde

Lo siguiente es dibujar los motivos que se quiera en las botellas y colorearlos. Yo he puesto una cara recordando a un espantapájaros tipo country americano con un par de parches en la ocre, una típica cara de calabaza vaciada en la naranja, un fantasma en la blanca y en la verde un monstruo Frankenstein.

Con una capa de barniz ya están acabadas y preparadas para adornarlas con algún detalle tipo velas cuerdas, papeles… para personalizarlas un poco más.

Como las calabazas de papel mache de las anterior entrada podemos reutilizarlas varios años, pero disfrutemos primero de este.

¿Qué te han parecido las botellas Halloween? nos vemos!!!