Uno de los primeros encargos recibidos, ha sido hacer una lechera pintada. Antigua, si, de esas que es taaan difícil conseguir… su origen es una granja de Valladolid, lo que se ve en las letras grabadas que tiene.
Lo primero es concretar las características que quería el cliente, colores, extensión de la imagen y elegir el motivo, como el dueño ha sido marino, ha escogido un tema relacionado, en concreto, un faro de las Islas Feroe.
La cantina no ha hecho falta limpiarla, porque ya la tenían desde hace un tiempo, usándola en la casa como paragüero (si quieres ver otro sigue el enlace)
Así que lo primero es darle una capa de imprimación blanca a toda ella, para que el trabajo perdure, en este caso preparación al disolvente.
Después, con pinturas acrílicas, he pintado los fondos para no tener que retocar más tarde y que queden brochazos raros alrededor del faro, por ello, he dividido y pintado en las tres partes correspondientes al cielo, mar y campo,
Hint&Tip: pintar siempre en más superficie de la necesaria porque es más fácil tapar los excesos que rellenar las posibles faltas igualando colores.
Cuando los fondos han estado acabados, he dibujado el faro para pintarlo con todos los detalles de la fotografía. Y he cubierto el resto de la pieza con los verdes y azules concretados con el cliente.
Con la intención de darle un aspecto más náutico, he decidido acotar la imagen. Y decorar el resto de la lechera con una plantilla de una soga en blanco.
Y para acabar la lechera pintada, un par de manos de barniz de exteriores que resista bien la humedad y lista. A su dueño le ha gustado mucho, espero que a vosotros también.
