Para complementar los asientos del taller, he reciclado unas viejas sillas de formica de cocina. Basicamente lo que he hecho ha sido pintar muebles como en otras ocasiones, pero ahora os lo explico mejor. Estructuralmente estaban en buen estado pero su estética estaba desfasada como podéis ver.
El primer paso ha sido limpiarlas, para quitar la grasa que puedan tener con jabón neutro diluido en agua. Con una esponja húmeda, he frotado hasta dejarlas limpias. Y les he quitado el exceso de humedad con un paño seco. Hay que dejarlas airearse y que estén totalmente secas antes de empezar a trabajar con ellas.
Para facilitar su manipulación y trabajo, he separado las piezas de formica de la estructura metálica. Con el objetivo doble de facilitar la adherencia de las pinturas, he pasado una lija por todas partes, desprendiendo la pintura que estaba suelta.
Las partes metálicas han sido repintadas directamente con un esmalte negro, pero para las partes de formica el proceso ha sido diferente.
Con un rodillo pequeño he aplicado una capa de imprimación blanca y tres manos de esmalte blanco al agua de acabado mate. Dejando secar y lijando suavemente entre cada una de ellas, hasta que he obtenido el acabado que querÃa.
Hint&Tip: para que el acabado con rodillo quede mejor, recomiendo comprar las espumas con cantos redondeados, porque quedan menos marcas de pasadas.
El siguiente paso ha sido realizar los dibujos que las decoran, siguiendo con la decoración del taburete de madera que hice anteriormente.
Han sido motivos zentangle, ¿qué es esto? viene de zen, y Tangle que significa enredar, lio, maraña, laberinto… por lo tanto, viene a ser una manera de relajarse dibujando, repitiendo motivos sencillos que se convierten en otras figuras más complejas.
Si no estás seguro en lo que haces, puedes empezar marcando a lápiz pero realmente no hace falta, porque siempre queda bien el resultado final. Hay que lanzarse, una vez hayas decidido si quieres algo más geométrico, curvo, floral…. Tienes que dejarte ir y en pocos minutos estarás haciendo cosas estupendas.
Yo empecé con rotulador negro, pero si te decides por esta opción, ten cuidado al barnizar. Primero uno en spray y cuando este bien seco uno de brocha suavemente. No insistas en la primera mano, luego ya sin problemas. Pero como me costaba conseguir los grosores adecuados, decidà terminar con pincel y acrÃlico negro; de esta manera, a la primera queda acabado.
En este tipo de trabajos lo difÃcil es parar, asà que recomiendo hacerlos en un par de jornadas, para ver el trabajo como si fuera nuevo y decidir dejarlo, o no, que ya habrá más trabajos….
Como es un esmalte, no hace falta barnizar, pero como el uso que se le va a dar es intensivo, he decidido usar un barniz de exteriores mate para facilitar su limpieza.
Y aquà está el resultado final, unas sillas blancas y negras de lo más vistosas. ?¿Qué os parece esto de pintar muebles?