Después de amueblar el local con todo lo imprescindible como mesas, bancos, armarios… Empecé con esos otros detalles que no por pequeños dejan de tener su importancia. De esta manera, he preparado algún asiento más, reciclando sillas y taburetes que me han regalado, papeleras, paragüero, reloj, botiquín…
Y ya que he sacado fotos de todos los procesos, voy a hacer unos pequeños tutoriales sobre cómo realizar todos estos trabajos.
Voy a detallar el proceso de pintar una tinaja para convertirla en un practico paragüero. El soporte es de barro y lo encontré pintado de blanco. Como veis bastante sucio.
A veces me ha pasado, no sé si a vosotros también, que entro en algún lugar y no identifico donde dejar el paraguas empapado. Así que, como quería que esto no le pasase a nadie en mi local; opte por un motivo que aclarase las dudas, y ¿qué hay mejor que muchos paraguas?
El proceso ha sido muy sencillo, y una vez limpia la tinaja, he pintado el fondo en dos partes, con los colores elegidos, el blanco y el gris oscuro.
Para que queden los paraguas más vistosos y sin que las gotas de agua estén por detrás, he dibujado y tapado con cinta de carrocero algunos como se ve en la foto.
El siguiente paso es el más divertido, con los colores elegidos. Un poco diluidos, y apoyando el pincel en el borde hay que dejar escurrir gotas, hasta hacer todo el contorno varias veces con cada color. De esta manera simularemos la lluvia. Este es el resultado de las gotas.
Una vez bien secas las goteras, he dibujado muchos más paraguas que he ido pintando en los colores corporativos hasta conseguir el resultado deseado, que se puede ver en las fotos.
Para rematar, he añadido una frase al borde de la tinaja, “ Si llueve comparto un paraguas, si no tengo paraguas comparto la lluvia” Enrique Ernesto Febbrano.
Hint&Tip Por supuesto hay que proteger con un barniz de exteriores para no tener problemas con la humedad.